¿Independencia? Recupérala sin terminar tu relación de pareja

Pareja feliz e independiente

¿Podemos amar a alguien y mantener nuestra independencia? Sí. Así podemos aprender a estar en pareja sin dejar de ser tú misma.

No puedo vivir sin ti.

Esta parece una frase romántica sacada de cualquier película dramática o cursi. La idea de no poder vivir sin nuestro amor parece algo puro, bello. Y quizá lo hemos dicho o nos lo han dicho. Y no tiene nada de malo, pero puede volverse un problema cuando se convierte en el pilar de una relación de pareja.

¿Por qué necesitamos tanto una pareja? Nos convertimos en personas emocionalmente dependientes a través de la socialización y la cultura. Y esta situación se fortalece todavía más con la dependencia económica, los miedos, las inseguridades personales y la soledad.

Cuando pasas a creer que tu pareja es tu “otra mitad”, eres una mitad ahora, y no puedes estar completa si no tienes a quien amas a tu lado. Si bien la idea de que alguien te complete suena lindo, ¿cómo te sientes estando sola? Cuando pensar en estar sin él (incluso estar físicamente lejos, sin haber terminado el vínculo) se convierte en una pesadilla, cuando esperas a que pasen las horas para poder estar en sus brazos de nuevo, te transformas de una persona que disfrutaba la vida a una que está perdiendo oportunidades de crecer como persona y por consiguiente, tu independencia.

Pareja feliz e independiente querétaro

Señales de que te estás olvidando

¿Dónde terminas tú y dónde empieza tu pareja? Cuando comenzó la relación, tal vez todo estaba muy claro. Ahora puede que todo sean un poco borroso. El sentimiento de fundirte con esa persona podrá ser placentero, pero a la vez se puede sentir como una pérdida de identidad e independencia. Y cuanto más se profundiza esa relación, más sientes que estás renunciando a partes de ti que te parecían vitales. Eso crea tensión interna por no poder expresarte como tú quisieras.

Y muchas veces no sabemos qué hacer al respecto, principalmente cuando tu pareja es celosa o manipuladora, donde todo pareciera que es tu culpa y no te sientes con la libertad de salir con amigos, con tu familia de origen o de siemplemente hacer las cosas que a ti te gustan.

¿Es mejor terminar?

Terminar la relación a veces pareciera ser la única salida de esta dinámica tan nociva. Sin embargo, no siempre es necesario llegar a una situación tan extrema. Puedes hacerte consciente de la situación y trabajar en desarollar las habilidades necesarias para recuperar tu espacio personal en la relación. Requiere decisiones, cambios y mucho trabajo, pero es alcanzable.

Comunicación y diálogo en pareja

Será necesario que tu pareja tenga apertura al cambio y a poder ver las ventajas que esto traerá para ambos, ya que es posible que él también esté en una situación similar. De lo contrario, es muy probable que esta búsqueda de libertad desencadene en más y más peleas.

Estas son algunas señales de que estás perdiendo tu identidad en una relación.

1. Sacrificas lo que a ti te gusta por él

Estar en una relación de pareja no significa que tengan que tener los mismos gustos ni convertirse en iguales. Los dos pueden tener sus gustos y mantener diferentes actividades. Si a él no le gustan las montañas rusas pero a ti sí, no significa que nunca más te vayas a subir a una. ¿Qué te está deteniendo de ir a un parque de diversiones con tus amigas?

Mujer triste y dependiente.
Independencia emocional

Pregúntate, ¿No te conviertes en otra persona si dejas de hacer lo que a ti te gusta? Esto no siempre es fácil de identificar cuando se presentan otras decisiones importantes, como que te ofrezcan el trabajo de tus sueños pero lo rechaces porque te irías a vivir lejos de tu pareja o familia.
Piensa si eso es lo que te gustaría hacer si estuvieras soltera, y no dejes que tu relación marque tus planes a largo y a corto plazo.

2. Tu forma de pensar cambió

Platicar sobre política, familia y la vida en general, les dará una idea de cómo piensa cada uno. Si hay confrontaciones muy acaloradas al respecto, puede significar que hay un deseo de pensar como una unidad, algo inalcanzable para la mayoría y muchas veces irreal. Es posible que tu pareja, a través de argumentos válidos, haya cambiado tu forma de pensar. Pero mira dentro de ti y asegúrate de que no estás cambiando para evitar esa confrontación. Recuerda que no está mal pensar diferente, mientras ambas partes se respeten. Pregúntate: ¿pensaría de esta manera si no estuviera con él?

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3. Asumes sus problemas como si fueran tuyos

Dependencia emocional

Claro que cuando empiezan a tomar más responsabilidades en conjunto, muchos de sus problemas son compartidos, como los que tienen que ver con la casa, el trabajo o los hijos. Pero algunos de sus problemas no deberían afectarte. Es válido sentirte mal por tu pareja, pero hay una diferencia entre eso y sobrerresponsabilizarte, preocuparte y tratar de solucionarlos como si fueran tuyos. Incluso puedes llegar a sentirte culpable por tu propio éxito, mientras a él no le va bien.

¡No! No está mal ser feliz mientras un ser querido está triste o tiene problemas, siempre que lo acompañes y lo hagas sentir comprendido.

4. Te sientes ansiosa cuando están lejos

Extrañar a la pareja no tiene nada de malo, pero puede ser un gran problema cuando los incapacita para poder disfrutar de su vida social o laboral. Muchas personas sienten un miedo terrible cuando la pareja sale con amigos y pueden surgir ideas celos o el temor a que disfrute más del convivir con otras personas y no contigo. Incluso puede darse en el caso contrario, que seas tú quien salga con los amigos y él se quede en casa; pero aún así estar pensando todo el tiempo en él o en lo que estará haciendo.

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Esto puede ser un signo de que desconfías de él y de que tienes miedo de lo que haga porque tú no estás a su lado para controlarlo.

Este tipo de actitudes también puede demostrar que están pasando demasiado tiempo juntos y que más bien necesitan darse un poco de aire, recuperar su independencia. Al nunca tenerse lejos, tal vez estás acostumbrada a la validación y “seguridad” que te da su presencia. Pero debes aprender a valerte por ti misma en la vida para ser independiente y feliz.

5. Pelean por “cualquier cosita”

Cuando no hacemos lo que nos gusta, nos sentimos con frustración y eso es desgastante si se presenta por un tiempo considerable. Esta frustración y resentimiento puede ir aumentando de tal manera que nos ponga de mal humor o con una muy baja tolerancia a la frustración. Esto generará un sin fin de peleas sin sentido ni la posibilidad de una solución.

Un pequeño desacuerdo sobre la hora de la comida, la película que verían o si se pasó mucho tiempo en el teléfono; puede servir como la excusa perfecta para desquitar toda la frustración acumulada.

¿Qué podemos hacer?

Aprender a identificar y expresar tus necesidades, ideas y expectativas será la clave. Poner límites y ser propositiva será un ingrediente primordial para conseguir desarrollarte dentro y fuera de la relación.

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Nadie es mago para saber qué es lo que necesitas para ser feliz, así que está en ti el poder para recuperar tu independencia y ser quien quieres ser. En el transcurso de la relación ambos irán cambiando, porque la vida les exigirá que vayan modificando su forma de pensar. Ni tú ni él podrán tener una relación exitosa si basan toda una vida en pareja bajo la premisa de que todo será siempre como cuando comenzó la relación.

Si no sabes cómo hablar de ti, poner límites eficientes y fomentar el diálogo en pareja, también pueden buscar apoyo profesional. La psicoterapia de pareja es un espacio que les servirá para todo esto.

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